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viernes, 10 de marzo de 2017

Esperanza y Fe en un cambio

          Esta historia no tiene un final feliz, aunque podría tenerlo. Siempre se oyen historias de miedo, como yo las llamo, de lo que le ocurre a algunos animales en regiones donde la gente no empatiza con ellos, historias sobre cómo son envenenados, ahorcados, usados para pelear hasta la muerte por diversión... Y estas historias son especialmente escalofriantes cuando nos tocan tan de cerca...

          Hoy hablo de Esperanza. No necesita mucha presentación, más de 100.000 personas vieron su historia publicada en la página de Facebook de Pro Animal Gomera, pero, por si aun hay quien no la conozca, Esperanza es una perra preciosa y buenísima, de aproximadamente dos años, que fue protagonista de una de estas historias para no dormir. El ser humano que se supone que debía cuidarla y protegerla, decidió apuñalarla repetidas veces en la cabeza y moler a palos, tanto a ella como a un cachorro de unos seis meses, para posteriormente despeñarlos por un barranco cercano a donde vivía hasta ese momento. Sin motivo. Porque sí. 

          Por suerte, una vecina de la zona contempló esta barbarie desde su casa y decidió, no sólo llamar a Seprona para que interviniera sobre la marcha, sino también interponer una denuncia contra dicho individuo de forma abierta y personal. No conozco el nombre de esta persona, ni lo daría aunque lo supiera, pero desde ese día figura en mi lista de héroes de la vida real. Espero que la vida se lo pague.

          Los agentes del Seprona consiguieron, no con poco riesgo y sudor, rescatar a Esperanza y el cuerpo sin vida del pequeño cachorro. Espero que la vida se lo pague a ellos también.

          Esperanza fue trasladada al veterinario en estado crítico. Sus lesiones eran brutales, las puñaladas en su cabeza llegaban hasta el hueso, y casi se podía asegurar que perdería un ojo.


          No se sabe como está viva, esa es la verdad, con los días fue mejorando su ánimo, demostró ser una perra muy noble y cariñosa que ni siquiera daba muestras de querer morder al veterinario pese a sufrir terriblemente cada vez que se le hacía un cura. Pero pese a ir mejorando, sus lesiones resultan mucho más grandes de lo uno se imagina al ver su ánimo. Está viva, pero le llevará mucho tiempo recuperarse y le quedarán secuelas de por vida. No puedo ni explicar la pena y a la vez la admiración tan grande que me despierta Esperanza. 



          Aquel que me conoce, sabe que en el fondo soy muy sentimental con algunas cosas, no puedo dejar morir a ese pequeño cachorro sin un nombre, no puedo dejar que sea nada. Así que en mi cabeza le llamo Fe. Esta historia nunca tendrá un final feliz para él. Todo lo que habrá podido experimentar en esta vida habrán sido los golpes que ese ser humano le propinó hasta matarlo... Pero espero que, al menos, sirva de algo. Que no sea solo un cachorro que murió a manos de una bestia que anda sobre dos piernas. Tengo Fe en que su muerte sentará un precedente en esta isla, en la que todos sabemos que hay barrancos por los que se tira a los perros que le estorban a sus dueños. Ojalá que con su muerte se ablanden esos corazones que hasta hoy los ven solo como cosas, porque no lo son, simple y llanamente porque las cosas no mueren ni sufren, y él sí que ha sufrido y por desgracia, está muerto.

          Por supuesto, se han interpuesto las denuncias pertinentes, y espero que se haga justicia, probablemente sea poco en comparación con lo que Esperanza y Fe han pasado, sé que ese caballero no pasará ni un cuarto de lo que causó, a él solo le deseo que la vida se lo haga pagar. No pierdo más tiempo hablando de él.

          Sin embargo, le pido a quien quiera y pueda, que acuda mañana a la manifestación que Pro Animal Gomera ha convocado (11:00h en Plaza de Las Américas). Seamos esa vecina que no tuvo miedo. Porque en el fondo todo esto es gracias a ella. Espero que esté orgullosa, porque debería. Por Esperanza. Por Fe. Por todos esos pobres perros que no tuvieron la suerte de Espe y que han compartido el mismo destino que Fe. Vamos a pedir que no se sigan ignorando, pidamos justicia y perdamos el miedo. 

          Hagamos que esta historia sea un Final Feliz.




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